LA AGONÍA DE UN GIGANTE
(Al Instituto Técnico Industrial “Georg Kerschensteiner”)
¡ Taciturno quedo al verte, glorioso Kerschensteiner !
lacerado y de rodillas, a punto de morir,
flagelado por el tiempo y por esas mentes burdas,
que, mofando tu grandeza y con las manos sucias,
hoy arrastran tus despojos hacia el silencio del sepulcro.
Son tus glorias, un recuerdo,
bálsamo eficaz de mi memoria,
que inertes yacen en los anales de tu historia
y latentes, en las mentes de tus hijos que te quieren.
Pero no aquellos que, aliándose al verdugo, confabulan tu caída.
Sino estos HIJOS que forjaron en tu seno
el carácter del trabajo tesonero,
y el brazo diestro y fuerte que aporta el dinamismo
al engranaje de la industria de esta y otras Patrias.
Ayer, símbolo de grandeza y disciplina,
te rindieron pleitesía por doquier;
fuiste altruista, culto, obrero, artista,
irradiaste resplandor,
hoy tu luz se ve marchita, mustia ,
presagiando tu final,
Se está perdiendo la partida,
son extraños los que ahora te gobiernan
que con negras vestiduras como cuervos
en espera están y prestos ,
cuales aves de rapiña,
a rasgar por fin tus ojos
y engordar con tu carroña.
Tu Vía Crucis ya concluye,
tu vetusto altar ha sido demolido,
no hay vestigios de lo que otrora fuiste
solo luces vespertinas que titilan, protegiendo,
el último hálito de vida que te queda.
Autor: Rubén Darío Salguero S.
Marzo de 2007.